Madrid, 1979. Gestor cultural, director, actor y escenógrafo. Vincula su carrera profesional en las artes escénicas con un discurso sociocultural que busca la participación del público en los procesos creativos. Su labor frente a la sala Kubik en Usera y sus proyectos de creación son un referente en la gestión de espacios de inclusión con el entorno local y la ciudadanía.
En 2017 recibe el premio Max a mejor producción privada por “Historias de Usera”. De 2016 a 2018 es director artístico del año nuevo chino en Madrid y en 2017 director adjunto del Corral de comedias de Alcalá de Henares. A partir de enero 2020 entrará como nuevo asesor artístico adjunto a la dirección del Centro Dramático Nacional.
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Storywalker es una experiencia cultural basada en una plataforma web cuyos contenidos son ficciones sonoras geolocalizadas. Las historias contadas por los vecinos del popular barrio romano de Garbatella son el punto de partida de un proceso creativo en la línea de lo que se denomina storytelling. Un paseo en el que escucharemos a través de ficciones sonoras, realizadas por dramaturgos españoles e italianos y con actores locales, las historias del barrio en los lugares donde realmente ocurrieron. Más allá de la historia oficial del barrio, Storywalker pretende construir una intrahistoria creada por los propios vecinos, potenciando su vínculo emotivo e identitario y acercando al resto de la ciudadanía a un nuevo mapa de vivencias y sonidos por descubrir. Las grandes historias viven en lo cotidiano, lo cercano, en las plazas, en los bares, en la gente que nos encontramos por la calle. Una experiencia que toma como punto de origen las artes escénicas y en concreto la herencia del radioteatro y el teatro comunitario y participativo. Además, Storywalker será un espacio virtual de la memoria del barrio en continua actualización, donde los vecinos podrán subir a la plataforma sus propias historias mediante testimonios en audio. También se ha realizado junto a Storywalker Garbatella dos proyectos en paralelo: uno en el barrio de Llaranes con el ayuntamiento de Avilés (Asturias) y otro con el ayuntamiento de Madrid entre el barrio de Usera y la región china de Qingtian de dónde procede la mayoría de los vecinos de este barrio.
Este proyecto en Roma ha sido la libertad de explorar, de conocer la ciudad más allá de los limites de los mapas, de la cartografía incompleta que no deja ver las caras ocultas de sus periferias. Entender que caminar es explorar, y explorar es escucha continua. Potenciar el sentido de la escucha, para llegar al corazón del barrio de Garbatella y encontrar, en su esencia, la vida emocional de sus habitantes. En una primera etapa fue fundamental perderse, como forastero recién llegado a una ciudad, y entender el barrio desde lo desconocido, dejándose sorprender y descubriendo los sonidos de su día a día por primera vez. Esos sonidos que por ser parte de una cotidianeidad ya están interiorizados, asumidos y no se les da más importancia. La posibilidad de poder descubrirlos, como si fuera un cazador furtivo de sonidos, y separarlos de su entorno para ubicarlos en el mapa virtual del barrio en el proyecto storywalker.es permitía volver a darles un nuevo valor, un nuevo sentido emotivo íntimamente ligado a la identidad del barrio. En una segunda etapa, entré en el estudio histórico del propio entorno. Un proceso documental vinculado igualmente a la escucha, por un lado de la historia oficial del barrio y por otro de la intrahistoria creada por los propios vecinos con los relatos de sus historias personales. Para llegar a profundizar realmente en esas historias era necesario ser parte de la comunidad, es decir participar de ella para poder entender y compartir su identidad más allá de su historia oficial y generar una nueva realidad construida conjuntamente. Uno sabe que hace parte de una comunidad cuando al pasear por la calle te paran para saludarte y charlar. En estos meses es raro no pararme cada cuatro pasos para saludar a un vecino de Garbatella y seguir escuchando sus historias de vida. Eso es vivir un barrio, poder escuchar y contar sus historias. Y eso es Storywalker más allá de una plataforma web que geolocaliza audios, es un intento de llevar la esencia más íntima de un barrio mediante relatos, ficciones sonoras y sonidos. Por otro lado, los compañeros becarios han sido cómplices constantes de mi camino hacía las historias del barrio, compartiendo constantes caminatas por los patios interiores de las casas, acercándonos a los sitios más auténticos para charlar con sus vecinos. Dramaturgos como Denise Despeyroux, Alberto Conejero, Pablo Remón, Pablo Fidalgo y los dramaturgos italianos Luca Oldoni y Elena Olivieri, compañera de profesión que me descubrió este barrio, hacen posible este Storywalker. Pero sin duda los colaboradores más importantes y sin los que este proyecto no tiene ningún sentido son los hombres y mujeres de Garbatella demostrando una vez más que sus historias, las que viven a diario, son las que importan y definen mejor su barrio.