Azkuna Zentroa - Jana Leo

JANA LEO

FOTOGRAFÍA

Madrid, 1965. Doctora en Filosofía y Letras, máster en Teoría del Arte y Estética por la UAM, Madrid y máster en Arquitectura por SOA, Princeton. Es autora de El viaje sin distancia (Cendeac, 2004) y de Violación Nueva York (Lince, 2011). Fue profesora de Proyectos y de Conceptos avanzados en Arte y Arquitectura en la Universidad Cooper Union en Nueva York durante siete años. Ha expuesto, entre otros, en el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York, en ARCO y MNCARS en Madrid.

Leo hace análisis de sistemas. Su obra enseña el funcionamiento del patrón y su impacto en los individuos. Leo documenta, con imágenes y textos, el estado emocional que corre paralelo a los hechos. En 2008, creó la Fundación MoSis, Modelos y Sistemas; Arte y Ciudad.

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RETRATOS DE LA POST-IDEOLOGÍA, LA RELACIÓN DE CONFIANZA ENTRE EL INDIVIDUO Y EL ESTADO

Un mundo en el que la utopía se ha hecho realidad: la corrupción no es un elemento del poder. El sexismo no es parte de la cultura. El activismo no es una estrategia de marketing. Los políticos pasan desapercibidos en vez de ser noticia. Los trámites burocráticos son cortos y simples. La vida es real, no un simple tecnicismo. Un paseo por la distopía efectiva: en la vida diaria los trámites interminables rayan el absurdo, es la violencia del procedimiento. Cuanto más pobre uno es, la presencia y efecto de la burocracia es mayor. En la película Oficina una funcionaria habla. El Burócrata es un robot que manipula documentos.

El exceso de burocracia es un síntoma de la falta de confianza entre el Individuo y el Estado. Pero hay otra forma más letal en la que se distorsiona la relación ciudadano/gobierno: la negligencia. El vídeo 154 Bofetadas puede ser una ilustración de lo que cada uno de los políticos, que no tomaron medidas para prevenir la expansión del Coronavirus debería hacerse a sí mismo después de su dimisión.

Frente a la oficina de inmigración, como fantasmas en la noche, los inmigrantes hacen cola para el pasaporte o el visado: La Cola de inmigración. Se asume como natural una forma de vida que por su grado de alienación es intolerable.

El Estado, que es paternalista en el asistir, incapacita y resta más que da. En Corviale la arquitectura es magnífica y las vistas son espectaculares; pero la gestión y los servicios son inexistentes para los miles de personas del edificio de un kilómetro que quiere demostrar que la vivienda social es un fracaso. En el “Villaggio della Solidarietà”, en Via di Salone, no hay arquitectura ni paisaje. El Estado destruyó las casas singulares que los gitanos se habían hecho y los trasladó a contenedores en medio de la nada. Iban a ser seis meses pero llevan once años en cajas de lata. La vida no es un mero trámite.

Extracto de las películas en Inglés.

PROCESO

Inspirada por Maquiavelo [si el gobierno es demasiado duro los gobernados se rebelan, si éstos son demasiado sumisos la corrupción del gobierno es rampante…] mi intención es rastrear, a través de una herramienta del estado (la burocracia) su paternalismo y populismo.

Visito oficinas públicas, como el registro civil y empiezo a fotografiar de incognito sus espacios y a leer las reseñas de los usuarios en la web. Intento hacer entrevistas pero nadie quiere hablar sobre la burocracia en Italia. Peter Eisenman decía que la gente se convence de que todo va bien. Saben que no es así, pero reconocer que algo está podrido, no es un paso adelante sino un golpe en su autoestima.

Mi estancia en Roma tiene un antes y un después: el grupo Stalker. El hecho de que para los residentes “normales” de Roma, la burocracia no parezca ser un problema me lleva a indagar si lo es para los “excepcionales”. Llego así a la funcionaria que quiere trabajar más, a la cola de inmigración en la madrugada para renovar el pasaporte y a los campos de gitanos que, por una cuestión burocrática, un programa municipal, lo son de contención: contenedores y verjas.

En marzo estalla la crisis del Coronavirus. Vivo el confinamiento por la pandemia en Roma a través de Sabrina Sejdovic, quien desde el campo nomadi Via di Salone me cuenta por Whatsapp su día a día (cierran Caritas / 2 días sin comer / el abogado amigo de Pantxo le intenta ayudar / los días con fiebre / re-abren Caritas). Dibuja con sus hijos que no van al colegio. Recorro los armarios de su cocina, que ya conocía por la película que hice con ella (Salone, una vida de contenedor)… un paquete de espaguetis, una bolsa de lentejas y otra de arroz. Nada más, no hay naranjas, tomates, queso, etc. “Se va pa’lante, Jana, se va pa’lante”, me dice los días buenos. “Estoy embarazada, no hay trabajo, no hay comida, todos en el campo estamos igual”, me dice los malos. Dejamos de hablar a diario cuando el confinamiento se relaja y ella sale a buscarse la vida

EXPERIENCIA

En noviembre llego a Roma, una ciudad fácil para el visitante pero difícil para el artista/activista. Aun así tengo estudio, equipo y compañeros. Tras dos meses de estancia ocupándome sólo de mis ideas y de ser llego a un estado visionario. Así nace 154 Bofetadas. No es un momento feliz pero sí intenso. Por circunstancias aleatorias, me llega, como una bofetada, un recordatorio de uno de los límites: la vejez.

Formar parte de la Academia con este proyecto es ya una posición crítica, y mi vida cotidiana es un ejercicio de modificar la definición de una residencia de artista. Mi actitud ante la estancia no es la de aprovechar para divertirme, relajarme y hacer contactos. Con mi vivir allí moldeo la institución. Ser es la mayor fuerza de transformación.

El tema, relación entre el individuo y el estado, era importante en su momento, pero resultó crucial en el año 2020 y 2021 con COVID-19. El entendimiento del control de la pandemia como una forma de cortar la libertad por Trump en U.S. o por Ayuso, en la Comunidad de Madrid, es un ejemplo de ellos. Muchos han muerto, yo registraré los fallos de los políticos y la falta de confianza entre el individuo y el estado.