Milán, 1979. Doctor en Filosofía y activista de los movimientos sociales europeos, su trabajo investiga las prácticas expresivas y críticas capaces de transformar el presente, a través de una lectura etnográfica, pedagógica y estética de las prácticas institucionales de la salud y el arte. Trieste ha estado en el foco de su investigación desde 2015. Colabora con la Cooperativa La Collina de Trieste y forma parte del colectivo de investigación Entrare Fuori y de la Conferencia Permanente para la Salud Mental en el Mundo.
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Palimpsesto Basagliano es el resultado de un proceso de investigación historiográfica, de discusión colectiva, así como de elaboración crítica y de catalogación de materiales multimediales, en el que participaron varios actores tanto en Trieste como en Roma, a través de seminarios, conversaciones y entrevistas que permitieron establecer un diálogo entre quienes han vivido esta historia como protagonistas y aquellos que hoy se sienten parte de ella.
En el primero de los seis seminarios, Palimpsesto Basagliano ha arrancado desde el análisis del reportaje fotográfico de Carla Cerati y Gianni Berengo Gardin, Morire di classe (1969), que en su momento abrió el debate público sobre la situación de las instituciones psiquiátricas en Italia. En segundo lugar, la narración mágica y concreta de Marco Cavallo, la máquina teatral de Giuliano Scabia y Vittorio Basaglia que derrumbó la valla del manicomio en 1973, nos permitió cuestionar cómo los lenguajes artísticos han cambiado las prácticas de atención a la salud mental.
La Accademia della Follia (1983), fundada por Claudio Misculin y Angela Pianca, y el Laboratorio P (1983), fundado por Carla Prosdocimo y Pino Rosati, fueron el centro de otros dos seminarios, uno destinado a descubrir las experiencias teatrales y el otro a trazar los signos pictóricos y visuales que afirmaban a los laboratorios politécnicos como instrumento colectivo de emancipación. Espacios de libertad y lugar de múltiples posibilidades de hacer.
Los dos últimos seminarios han abordado la realidad contemporánea del derecho a la belleza como práctica concreta de otras formas de cuidado y expresión artística. El diseño de los espacios de cuidados, comisariado por Antonio Villas, y las gráficas de comunicación del grupo ZIP, han permitido abrir espacios comunes y posibilidades institucionales sin precedentes en el ámbito de la salud mental. Por último, el parque de San Giovanni, donde estuvo el manicomio y donde hoy hay un jardín con cinco mil rosas, diseñado y mantenido por la Cooperativa Agrícola Monte San Pantaleone, ha sido interpretado como una fábrica de deseo en la que cada día los signos concretos de la maravilla mantienen vivo el terrible recuerdo de la violencia institucional.
Las primeras semanas de mi residencia no hice otra cosa que discutir y hablar con muchas de las personas protagonistas de la revolución basagliana en Trieste. Fueron semanas cruciales en las que cajones cerrados, carpetas abandonadas dieron lugar a voces e imágenes, para que esta investigación se convirtiera en protagonista del presente. Habiendo elegido seis historias, el intento fue transformar los objetos y las voces recogidas en espacios comunes para la discusión en Trieste. El resultado fueron entrevistas, seminarios y conversaciones llevadas a cabo en colaboración con un grupo de trabajo multidisciplinario compuesto por Lara Baracetti, Arturo Cannarozzo, Guillermo Giampietro, Francesca Giglione, Naomi Piani, Adam Zuliani de la Cooperativa Sociale La Collina.
Estos materiales ocultos, descubiertos y superpuestos, estos lenguajes mezclados, recordados y despertados, estas discusiones preparadas, moderadas y grabadas, son ahora un catálogo de voces e imágenes, discusiones y análisis críticos, reunidos a través de un sitio web, en el que se pueden seguir algunos caminos guiados, o componer una interpretación propia y situada de estas historias. Durante el proyecto surgió la necesidad de crear un dispositivo de exposición que contrastara la lectura histórica con las voces y las imágenes concretas que han atravesado estas historias.
Palimpsesto Basagliano se propone como un proyecto de mediación crítica que cuestiona la relación entre sociedad e instituciones. Trieste representa un punto de referencia para las diferentes generaciones de la crítica institucional, ya que define la institución como una trama social, histórica y material, cuya incidencia no es sólo disciplinaria, sino estrictamente política y sobre todo subjetiva. Vivir esta experiencia en la Real Academia de España en Roma significa asumir estas cuestiones en la vida cotidiana de una institución viva y compleja y descubrir las dificultades cotidianas de una práctica institucional crítica: dos momentos fueron significativos para mí.
Por un lado, asumir el reto de mantener este proyecto en constante tensión con una historia colectiva y social, resaltando el protagonismo ético y político de quienes ponen en práctica esta historia cada día. Un desafío que se desarrolló en estrecha colaboración con la Cooperativa Sociale La Collina. Por otro lado, significó repensar estas herramientas estéticas y analíticas en medio del presente repentino de la pandemia, un trabajo realizado junto al Colectivo Chopin, con Carlo Caprioglio y Silvia Ribeca, y a Radio Fragola Gorizia. El resultado de este desafío es otro palimpsesto de voces, recogidas en la publicación “Pandemie Locali”.